03 abril 2008
y lo repito una y otra vez.-
Solitario y frío, así caía el atardecer, en su desierta caminata con el miedo en sus oídos, sonrisa de niño borrada en la penumbra que a ratos confundía su alma en calma. Frágil sentimiento, sin su luna de compañía, con el consuelo a la deriva, prosedía. Siento miedo le gritaba al viento, pero aún silencioso el momento nadie se acercó, quiero sentirlo, pensaba él, y embarcando sus lágrimas, lloraba. Miro en vela su figura, que aún enamora mi razón, y entre la respuesta que no siento sigue mi lamento, como un vago del recuerdo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario