29 marzo 2008

Desquiciado

Un llanto, en castigo irreverente de la triste melancolía a sus pasos en septiembre, en cielo fluía el tormento eyaculado a brisa de mar, con sus lágrimas entumidas en una realidad indispuesta, quizás, hoy vuelva a suspirar, viendo en claro su brisa sorda que corre y corre por mis manos., como yo, el desquiciado, navegará a sus aguas quietas.

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