24 junio 2008

Cuando una mujer ama a una mujer.

Palabras en delirio,
proeza entre sus besos.

Leonore...
cuando se cubre del ayer
su cuerpo en lejanía,
mis recuerdos beben ausentes
del latir de su figura,
abrazada del silencio
en sus dulces senos puros,
sumergía entre su vientre
la caricia de mi voz, oh Leonore,
danzando entre las pieles,
cegada entre sus labios,
acariciaba aquel regazo
que en un mar me convertía.

Leonore, vuelva,
que mis sueños lloran en la espera,
mientras mi cuerpo se hunde entre la angustia,
mi alma desvanece sin su corazón, oh Leonore...

Alice..

19 junio 2008

tus ropan caen...

Sediento en lo prohibido,
cruzando su alma del despojo,
acariciando inerte
el rompimiento de cristales,
aferró sus puños y...


Luz de medianoche,
fingé solitaria junto a mí,
abrazando entre temores
un suspiro que engaña.

Quizás la voz agonizó mis pasos,
cuando su piel aferró en mi sed,
entre el lamento que cautiva
sumergí mi cuerpo,
cegandome en su voz vertiginosa.

Ahogado entre lo incierto,
mi sentir desnudó en la voz,
atravesó caminos fríos
que caducaban en dolor,
añorado en su regreso
inmutado en ambición.

Entre la danza de su vientre
un mar precipitaba junto a mí,
abrazado en la caricia indiferente
el rito culminó.

Levantó entre la noche,
el acero moribundo,
decapitó entre el silencio
mi destino,
aún viviendo lo ví marchar,
cuando aún el frío no me acababa.

10 junio 2008

Tristeza




Querida, calme su tristeza, quizás deba renacer entre la hierba nueva, pero no llore del lamento, ni cuando opaque el tiempo, pero cuidado mi niña, que la cobardía muerde, entre la mente y tus manos, recorriendo aveces un mar desesperado, y cuando no escuche su cuerpo llorar, significará que se marcha lejos, dejando su sentir perplejo, plasmando al recordar su sonrisa dulce e inerte.


Un llorar disperso gobernará su cuerpo, al sucumbir el mañana, el frágil recuerdo crecerá, y mientras la calma demore en llegar, su sonrisa perdurará en el sentir de aquellos, lejana en el tiempo inquieto y solitario.


Querida sus lágrimas se sacuden frías, alzadas a un río constelado en la mar, entre la espuma hambrienta su corazón escapa perdido, acorazado entre la umbra profunda, y de tiempo al reto su respirar culmina.

07 junio 2008

y pasa el tiempo...

Sin mi cielo no podré sentir,
entre la brisa que corre fría,
mi alma te espera,
y quizás en esta lluvia lejana,
tus besos nunca lleguen,
y en el tormento despampanante
moriré.

Cuando tu voz me ausenta
en la mañana,
mi corazón renace incierto,
y al sentir tu aire fresco
cruzar mi cuerpo,
mi ser se paraliza.

Cuando la voz marchita,
decaigo en la tristeza,
poco a poco te vas,
desapareces...
niño te estoy perdiendo...

Quiero sentir tu miel,
y abrazar tus labios en la brisa profunda,
llorar despacio, y calmar al verte,
como el sueño que recorre mis noches
desde que te vi.