Un fuerte estallido encendió al universo, una bruma de estrellas furiosas, una marcha de relámpagos gigantes, cruzaban y fundían al desierto infinito, al desierto del amor.
Un océano en lava crecía, los peces disfrutaban, conchas y algas entrelazadas como selvas de un país misterioso, era el canto de las llamas, cubiertas al rojo por una tempestad que no calmaba.
15 noviembre 2010
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